“Sin azúcar”: Socia obtiene primer lugar en concurso literario de Clínica Indisa
Publicado el 20 de diciembre de 2018
Florencia Rivera tiene 13 años y fue diagnosticada con Diabetes Tipo 1 el jueves 20 de septiembre de 2018, prefiere que le digan Flo. A pocos días de volver a casa se acercó a la Fundación para convertirse en socia. Desde entonces, ha participado en varias actividades, ha hecho varios amigos y también se presentó tocando el Ukelele y cantando la canción Riptide de Vance Joy, en la actividad de “Conmemoración del Día Mundial de la Diabetes 2018”, organizada por la Fundación.
Durante los días finales de la estadía de Flo en el Hospital de Carabineros, fue invitada a participar en un concurso literario “Tu sueño en un cuento” organizado por la Clínica Indisa y la Fundación Carolina Labra Riquelme. Flo, llevaba apenas unos días conociendo su diagnóstico y decidió escribir un pequeño cuento para relatar su experiencia reciente y a quienes conoció esos días.
Flo ya había participado en otros concursos literarios y disfruta de leer: “me gusta mucho los libros ciencia ficción o de fantasía como Cazadores de Sombras, Harry Potter, Percy Jackson y Miss Peregrine, por decir algunos”. Angélica, madre de Flo nos cuenta que el escrito era una incógnita para ella y para todos: “Cuando ella terminó el cuento me dijo: ¡nadie lo puede leer! recién lo pude ver cuando me enviaron un correo para invitarnos a la ceremonia de premiación”.
El titulo escogido para el cuento fue “Sin azúcar” y en menos de 90 palabras, Flo logró contar una historia merecedora del Primer lugar de categoría juvenil de la versión 2018 de concurso literario. “No pensé que iba a ganar, pero igual estaba nerviosa, porque creí que tal vez me harían leer el cuento”, comenta Flo, la joven que enero vivirá su primer Campamento de Diabetes de la Fundación.
“Leer el cuento fue impactante. Uno como mamá, a veces ve la situación más terrible y pesada que los mismos niños, a quienes les toca vivirlo directamente. Me dije: si mi hija tiene altura de miras, cómo yo me voy a quejar de lo que le ha tocado vivir a ella. Fue un pequeño tirón de orejas a nosotros como padres”, confiesa Angélica, mientras su hija, escuchándola atenta, ríe un poco nerviosa.
Sin azúcar
Once días en el hospital y el reloj sigue contando. Sin azúcar y poca sal, porque así se come acá. El primer día conocí a un baterista de tan solo un año. Conocí a dos niños más, todos muy simpáticos. Pero al cuarto día me mudé, tenía mi propia pieza y baño. Comencé a pensar: ¿cuánto tiempo llevan allá? Dos llevaban meses, otro nunca había salido, dos con cáncer, otro con medio intestino, por lo que ninguno podía comer. Y yo lamentándome por no poder pedir dulces en Halloween.
Florencia Rivera
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