Socio Destacado en Coyhaique: «El patinaje, la pasión de Matilda»
Publicado el 29 de marzo de 2019
Desde Coyhaique, los padres de nuestra socia Matilda Biernay Torres, de 6 años de edad, nos han enviado este emocionante testimonio de vida:
«El patinaje, la pasión de Matilda»
«En enero del año 2018, recién llegados para establecernos en la ciudad de Coyhaique, Matilda, mi hija de 5 años, mostró ciertas características que nos daban a entender -como padres- que algo complejo estaba pasando. Una marcada baja de peso, un color azulado en los labios, una sed incontrolable en las noches, y un estado de ánimo irritable, determinaron que junto a Richard mi esposo, llevásemos a nuestra Maty, al doctor. Grande fue nuestra sorpresa al derivarla de inmediato a Urgencias del Hospital Regional de Coyhaique, lugar en el que luego de ser observada en el ingreso, fue trasladada hasta la UTI infantil, espacio en el que estuvo “y estuvimos” por una semana completa. Diabetes Mellitus tipo 1, fue el diagnóstico que nos borró por unos meses la alegría de vivir en el sur.
Hoy, tras cumplir un año de su debut (palabra no muy simpática en el comienzo de este proceso), podemos confirmar que nuestra hija es una niña normal. Sus controles han sido fundamentales para que esta eterna estadía nos permita verla feliz e igual que cualquier niña de su edad.
Matilda ha sido fuerte, nos ha demostrado que es una tremenda guerrera, pendiente de sus controles, de las características que su cuerpo le da para conocer si esta “alta” o “baja” y adelantarse a una crisis.
Al cumplir sus 6 añitos, nuestra Maty, quiso como regalo unos patines, obsequio que ha despertado en ella un gran potencial, lo que junto con el apoyo del equipo de patinaje “SobreruedaStar” y su profesora María Riquelme, han permitido que unos pasitos se transformaran en pequeños deslizamientos, para luego tomar velocidad y aprender trucos, los que orgullosa nos demuestra apenas encuentra una pista, una cancha, un pasillo o en la misma cocina de la casa.
Grande fue la sorpresa, para nosotros y para nuestra hija, que en el grupo de patinaje se encontrara con otra niña, una dulcecita, compañera de ejercicios y de controles de glicemias. Como si el destino quisiera enviarles un apoyo en este proceso de independencia.»
