¿Puedo hacer ejercicio? ¿Cómo?

Publicado el 7 de octubre de 2016

Tener diabetes no es un impedimento para realizar deporte, podemos practicar el que queramos, siempre y cuando estemos sujetos a un control correcto. Principalmente en los jóvenes el deporte es muy significativo ya que éste suma en su desarrollo emocional. La amplia lista de deportistas con diabetes que han participado en los Juegos Olímpicos, comprueba que con un buen control podemos llegar incluso a practicar deportes de la más alta competición.

Cuando comenzamos a vivir con diabetes, nos dicen cómo poder llevar esta condición sin tener que dejar de hacer las cosas que hacíamos antes, o bien, poder hacer las cosas que siempre quisimos hacer sin que nadie nos frene.

Así también nos recomiendan hacer ejercicio además de otras cosas de hábitos saludables. Pero, ¿qué tipo de ejercicio es saludable para mí? ¿Puedo realizar todos los ejercicios de forma normal?, si me gusta el alto rendimiento, ¿podré competir y entrenar sin problemas o entrar a la selección del colegio?, ¿puede mi hijo realizar la clase de educación física sin problemas? ¿lo dejo en el taller de fútbol, básquetbol, gimnasia, etc.?

En mis estudios universitarios y mi carrera deportiva aprendí a diferenciar conceptos que es bueno entender, como por ejemplo “actividad física”, “alto rendimiento o deporte” y “ejercicio físico”, siendo el último el que nos importa a nosotros las personas con diabetes, ya que éste, a diferencia de los otros dos, es planificado, regulado en intensidad y duración, por lo que puede ser un aporte de carácter terapéutico a nuestro tratamiento, más allá de lo “bueno de hacer ejercicio”. Lo que no significa que no podamos pertenecer a una rama deportiva de mayor exigencia o dejar que nuestro hijo juegue una “pichanga” con los amigos, todo esto es posible pero siempre es bueno hacer algo planificado que nos aporte beneficios mayores.

Es importante saber que, para obtener los beneficios terapéuticos del ejercicio físico, éste debe ser aeróbico, lo que significa que es un ejercicio de larga duración y de mediana a baja intensidad, como por ejemplo: salir a trotar, andar en bicicleta, nadar de forma relajada, bailar en una fiesta o clase de zumba no muy intensa.

Cuando hacemos ejercicios planificados, podemos obtener resultados en cuanto al tratamiento de nuestra diabetes. Algunos de éstos son a corto plazo (baja de glicemia durante o después del ejercicio) y a largo plazo (mejora de hemoglobina glicosilada, cuando el ejercicio se realiza de manera constante y no esporádicamente). Esto se logra por el contante uso de la glucosa durante el ejercicio lo que se proyecta en que el cuerpo entrenado aprovecha de mejor manera el azúcar circulante, además nos hace más sensibles a la insulina, por lo tanto esta tiene un “mejor efecto”.

Pero, ¿cómo logra el ejercicio todas estas maravillas? ¿cuál es el verdadero efecto del ejercicio aeróbico? Al hacer ejercicio nuestro cuerpo demanda más glucosa para funcionar, por lo tanto aumenta el paso de esta a la célula, por lo mismo se requieren pequeñas cantidades de insulina para lograrlo, ya que el ejercicio aumenta la sensibilidad de los receptores de insulina. Es por esto que se considera al ejercicio físico como la única medida no farmacológica capaz de reducir los niveles de azúcar en el cuerpo.

Además, cabe destacar que, si realizamos actividad física, esto puede afectar las reservas de glucosa en el hígado y en los músculos, lo que significa que podemos tener hipoglicemias, incluso hasta 24 horas después de haber realizado el ejercicio y/o actividad, por ejermplo: si nado durante una hora, es probable que me baje la glicemia dentro o cercana a esa hora, pero si voy a una salida recreativa con mis amigos y paso todo el día en el agua, existen mayores posibilidades de presentar hipoglicemias durante la noche, ya que el cuerpo estará tratando de reponer las reservas que usó.

Pero tranquilos, que esto no nos alerte, aquí les entregamos algunas recomendaciones para cada vez que haga ejercicio:

 

Medir la glicemia previa al ejercicio, si esta es menor a 100mg/dl se recomienda comer una colación. Si está entre 100 y 150 mg/dl puede realizar ejercicio son problemas, pero si está en 250mg/dl o más se recomienda posponer el ejercicio y medir cetonas. Si la glicemia está en los 150 y 250mg/dl se sugiere evaluar si hay presencia de insulina activa en el cuerpo (revisar tiempos de acción de las insulinas utilizadas).
 

 

 

Para poder orientar a los niños y jóvenes con diabetes tipo 1, nuestro trabajo en conjunto con otros coordinadores del staff de la Fundación Diabetes Juvenil busca lograr que los niños y jóvenes con diabetes puedan realizar actividades sin impedimentos, con alto nivel de entretención y goce como en los campamentos de invierno y verano. Además de todas las actividades complementarias que se hacen en la FDJ, por ejemplo el programa “Vivo Activo” para poder practicar y educar en cómo hacer ejercicio de forma segura, este taller se realizará entre los meses de octubre y diciembre de este año, debes estar atento a la invitación!

Para mayor información, dudas o consultas acerca del tema tratado enviar un correo a fdj@diabeteschile.cl o bien llamando directamente al 23673900.

David Contreras Vásquez
23 años, 10 con diabetes tipo 1.
Profesor de Educación Física, Deportes y Recreación
Equipo Coordinadores FDJ

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